El Secuestro en Colombia

En este sitio encontraras una conceptualización teórica sobre lo que es el secuestro y lo que representa en el mundo.
Una descripción actual del secuestro en Colombia y un análisis sobre el trauma psicosocial que esto ha implicado para nuestra sociedad.

martes, 15 de noviembre de 2011

La importancia de la memoria histórica en el en el abordaje e intervención psicosocial de la problemática escogida ‘’secuestro’’


Decidimos empezar este análisis sobre la importancia de la recuperación de la memoria histórica del secuestro citando las siguientes palabras de una madre que lleva doce años con su hijo secuestrado en las selvas colombianas.
“El tiempo pasa y nadie dice nada, nadie hace nada”, reclama. “Quiero ver a mi hijo antes de morirme. Esta humilde mujer de 79 años ha sufrido tres infartos y hace apenas dos semanas otro pre infartó. 
Trinidad Orjuela, la madre del sargento viceprimero Robinsón Salcedo Guarín, secuestrado en 1998, cuando los rebeldes se tomaron la base de Miraflores, en Guaviare, en un feroz ataque que se prolongó por 20 horas y que dejó nueve muertos, 10 heridos y 22 militares desaparecidos.

Ella y muchas otras madres, hijos, esposas, hermanos y familiares esperan ansiosos el regreso de su ser amado. Sufriendo la impotencia de no poder hacer nada más, piden a Dios por la pronta liberación de todos aquellos que fueron arrebatados injustamente por la FARC, y con el mayor descaro juegan con la salud y la libertad de seres humanos llenos de sueños y anhelos. Irrumpiendo las leyes y los derechos humanos para seguir oprimiendo un pueblo. 
La madre del sargento viceprimero Robinson Salcedo representa el sufrimiento, la perdida personal y social que intenta integrar el imaginario social en cuanto a la reconstrucción de nuestra sociedad, ella ha tenido que narrar miles de veces su historia, sus sentimientos y emociones, es la única acción que empodera a las mayorías populares, a las víctimas y a sus familiares de exigir y decir justicias, que poco a poco ha ido formando un conjunto de actitudes prácticas, de conocimiento y afectivas. Que son la ruta de una reconciliación social real.
A las personas que han sido víctimas del secuestro de forma directa o indirecta, es necesario que se les reconstruya una memoria histórica donde el enfoque sea “la necesidad de entrar a esa memoria como un paso indispensable para poder obtener como mínimo un módico de salud mental y empezar a reestructurar su identidad personal y social. En esa historia personal y social se deben experimentar grandes pérdidas y, por consiguiente, la recuperación de la memoria histórica deber tener la intención de reparar el tejido social dañado por un acto brutal.
En Colombia todos queremos acabar con la guerra que nos ha oprimido durante tantos años, pero no podemos descuidar a las víctimas que deja la injusticia, pero lastimosamente son muy pocas las fundaciones u organizaciones que se toman el tiempo para realizar una reparación social con estas personas, ojala se mejores y construyan planes que generen más oportunidades de restauración social.

“La historia nos define, al igual que nosotros definimos la historia”

Sin lugar a dudas la memoria histórica se debe construir para la población que ha sido secuestrada,  con el fin de rescatar la identidad de estos (EXSECUESTRADOS)  y  preservar por ende  su historia.  La afirmación anterior la basamos desde el hecho de que se considera  que la salud mental de las sociedades donde se ha dado, aprobado y amparado la violencia, pasa por la recuperación de la memoria histórica. 
Las personas que han sido víctimas de secuestro  en nuestro país,  sufren el hecho de dejar el  contexto en el que viven diariamente,  hacia  un entorno de miedo e incertidumbre, de preocupación, maltratos y violencia, sumando además el hecho de no saber cómo están sus familiares por días, meses e incluso años.

No cabe la menor duda que las heridas que más duelen y tardan en sanar son las invisibles, ya que se suele considerar que son vivencias que se dejan de vivir y que por consiguiente se recuperan o se olvidan fácil,  siendo sin lugar a dudas todo lo contrario. El no poder expresar y buscar curar las heridas con la ayuda pertinente ocasiona que estas (heridas) puedan quedar al descubierto en cualquier determinado momento estas florezcan.
La memoria histórica se ha convertido en el espacio que nos permite recordar, para comprender lo que pasó y por consiguiente lograr transformar el dolor de las personas en acciones de poder. Dichas acciones, no solo se refieren a hacer memoria y realizar simples discusiones verbales que buscan la reconciliación de las diferentes versiones que existan,  por lo contrario abarca aparte de lo mencionado anteriormente, hechos que empoderen a las víctimas por medio de prácticas cognitivas y afectivas, que posibilitan una verdadera reconciliación social.
Si nos adentramos en la obra de Ignacio Martín Baro, podemos considerar que el concibe la recuperación de la memoria como la posibilidad de alcanzar  y vivir en verdad,  lo cual permite a su vez la construcción de una identidad tanto individual como colectiva, fuera de las mentiras que ha emitido la historia oficial,  intereses de quienes apuestan por el conflicto y de las mismas víctimas que buscan sobrevivir.
Los secuestrados deben realizar una memoria histórica (centrándose en acontecimientos personales  y colectivos históricos)  que implique reconstruir el pasado en el presente voluntariamente con un propósito psicológico y social.
Para Ignacio Martín baro, las acciones que se tomen deben partir de la realidad cotidiana de las personas, debido a que de esas realidades depende el tipo de acciones que se deben tomar; el contexto también se considera importante porqué sin lugar a dudas este influye en las interpretaciones que los sujetos le dan a la realidad.
Cuando los seres humanos hacemos memoria,  no solo se hace referencia a acontecimientos del pasado, sino que rescatamos en el presente la   importancia de estos hechos y por ende la relevancia que estos tienen en nuestra actualidad.
La psicología desde el ámbito social debe tomar la memoria histórica de los secuestrados, percibiendo la información y narrativas de experiencias que expresan las personas víctimas de plagios, e identificar los aspectos que demandan acciones, que conduzcan hacia la recuperación total de estas personas.

Los  secuestrados deben conservar su identidad,  tarea nada fácil si partimos del hecho de que las personas plagiadas pueden pasar meses y años encerrados y amenazados,  trayendo con eso problemas psicológicos graves; y aún más  cuando estos no alcanzan el reconocimiento por parte de los otros, incidiendo así en el concepto que estos (ex secuestrados) tienen de sí mismos.
Recuperar la memoria histórica y exponerla socialmente, en oposición a la historia oficial tiene el valor de dignificar la vida de las víctimas, validar sus experiencias e identificar caminos importantes de una reconciliación profunda que esté basada en la justicia y la verdad.

Precisamente en Colombia se creó una ley que tiene por objeto principal la preservación de la memoria histórica.  Estamos hablando de la ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz) el gobierno nacional de Colombia creo la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), la cual incluye dentro del derecho de reparación la preservación de la memoria histórica:
Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas.

La CNRR creó para este efecto el Grupo de Memoria Histórica, dirigido por el historiador Gonzalo Sánchez Gómez, el cual se enfoca en las víctimas del paramilitarismo en Colombia buscando identificar “las razones para el surgimiento y la evolución de los grupos armados ilegales”, lo cual incluye a las guerrillas, especialmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC y el Ejército de Liberación Nacional ELN; así como las distintas verdades y memorias de la violencia, con un enfoque diferenciado y una opción preferencial por las voces de las víctimas que han sido suprimidas o silenciadas, entre ellas obviamente a los secuestrados.
Hasta el momento, el grupo de memoria histórica de la CNRR ha presentado los siguientes informes:
Los secuestrados o ex secuestrados de nuestro país y de Iberoamérica entera tienen la necesidad de acceder a las  memoria  histórica  para lograr la salud mental necesaria y por  consiguiente definir su identidad personal  y colectiva. El padecimiento de actos violentos  para una persona trae consigo que las victimas  acepten mentiras,  identidades  impuestas y que además estas no  cuestionen la violencia, lo que sin lugar a dudas   ocasiona que todos nos veamos inmersos  en contextos  como el que vivimos actualmente en Colombia, contextos  confusos  y  llenos  de  sentimientos de odio y culpa. 
Bibliografia:

http://es.wikipedia.org/wiki/Memoria_hist%C3%B3rica

http://portales.puj.edu.co/martinbaro/html_m1_a_m5/modulo_4/unidad%201/material/Memorias%20Evento%202006%20Catedra%20Internacional%20IMB%20pag%2013%20-%2027.pdf

http://manuelcepeda.atarraya.org/


http://abcblogs.abc.es/colombia-y-sus-mujeres/2011/01/03/las-madres-quienes-aun-estan-secuestrados/







sábado, 15 de octubre de 2011

Conceptualización teórica del Secuestro


 


En la actualidad podemos considerar el secuestro como uno de los más aberrantes flagelos que se vive en las sociedades, como una acción que comete una o unas personas contra individuos inocentes trayendo con esto desgracia, dolor, humillación, locura, rencor, etc.
Pero para entender el tema debemos partir del hecho de saber ¿QUÉ ES EL SECUESTRO?, El secuestro es un acto que tiene como finalidad privar de la libertad de manera ilegal a un ser humano, con el objetivo de recibir algún beneficio a cambio. Es considerado unos de los crímenes que mayor afectación social causa, debido a que la mayoría de los plagiados sufren golpes, amenazas, sometimiento, he incluso violencia extrema, que origina un fuerte impacto psíquico y moral en los que sufren el plagio, causando además una amenaza a la estabilidad de la población.
Los victimarios generalmente los días previos al secuestro de sus víctimas, siguen los movimientos cotidianos de estos. 
Los plagios en su gran mayoría se realizan cuando la víctima transita a bordo de un vehículo por un lugar de poca confluencia de personas, además al momento de salir o llegar a sus domicilios.
Según los lineamentos establecidos por los derechos humanos, el derecho internacional humanitario, el secuestro y los acuerdos especiales entre las privaciones de la libertad ilegítimas se hallan las originadas en detención ilegal, detención arbitraria, desaparición forzada, secuestro o toma de rehenes.

Por lo que se puede concluir están privadas de su libertad ilegalmente:
*Las personas que se hallan en tal situación por efecto de acciones ejecutadas por agentes         del Estado sin la orden pertinente.

*Las personas que están bajo el control de la parte no estatal en un conflicto armado sin carácter internacional.

*Las personas que han sido víctimas de un delito contra la libertad individual perpetrado por particulares.

*Las personas que con infracción del derecho internacional humanitario se han convertido en rehenes de una de las partes contendientes.

A continuación expondremos los diferentes tipos de secuestros que existen en la actualidad, cada uno se caracteriza por tener un tener un motivo explicito que origina la privación de la libertad de una persona o un grupo de personas, bien ahora los mostraremos:



 El secuestro extorsivo: es el tipo de secuestro donde se retiene una persona con el fin de exigir por su liberad algún beneficio, entre los cuales (beneficios) encontramos:
1.    Beneficio económico: el beneficio que se busca en este tipo de secuestro es monetario; ya que en este se cobra una suma de dinero a cambio de la libertad del secuestrado. El secuestro con el que se busca un beneficio económico se puede clasificar en: secuestro express donde la persona es plagiada por un periodo corto de tiempo (días u horas), durante el cual los secuestradores exigen dinero a los familiares de las víctimas para su liberación, y secuestro virtual en el cual no existe secuestro, debido que los plagiarios aprovechan la ausencia de la víctima para extorsionar a la familia, y obtener cantidades de dinero fáciles de conseguir en poco tiempo.
2.    Beneficio político: en el secuestro extorsivo también podemos encontrar que se realiza en búsqueda de un beneficio político; se caracteriza por ser un chantaje al gobierno para presionar sobre la toma de decisiones que esta entidad (gobierno) realiza. Es característico especialmente en grupos subversivos y narcotraficantes. Lastimosamente es un tipo de secuestro muy común en Colombia, realizado por la gran cantidad de grupos alzados en armas de nuestro país, que buscan tener mayores garantías para sus negociaciones con el gobierno. En este tipo de secuestro aunque obviamente se afecta a los familiares de las víctimas, la extorción recae sobre el estado.

El Secuestro simple: es el tipo de secuestro donde se arrebata, sustrae, retiene u oculta a una persona con fines o propósitos diferentes a las exigencias de un rescate económico; como los motivados por la venganza o envidia; donde la mayoría de los casos toman como rehenes a niños.
Secuestro profesional: es el tipo de secuestro que se lleva a cabo por grupos entrenados y organizados, trabajan bajo un plan diseñado donde hay sujetos que se encargan de realizar las negociaciones telefónicas con los familiares de la víctima para exigir el pago del rescate, otros por su parte se encargan de proveer de alimentos y vigilar a la persona secuestrada durante el tiempo que dura en cautiverio, así como que otros intervienen al momento de someter a la víctima al momento de interceptarla y trasladarla al lugar donde se mantendrá en cautiverio, lugar que en ocasiones es cambiado con el fin de distraer la atención de las autoridades en caso de que se haya denunciado el secuestro. Este secuestro generalmente es relacionado con el secuestro extorsivo en búsqueda de un beneficio económico.

Secuestro improvisado: es el tipo de secuestro realizado por delincuentes sin experiencia.

Secuestro de aviones: es el tipo de secuestro de plagio de aviones característico de terrorismo, aunque también es realizado por personas que tienen el fin de presionar a otros, para que estos le cumplan alguna petición especifica.

Secuestro de autos y otros bienes: en este tipo de secuestro es arrebatado a su propietario un bien y se le exige una cantidad de dinero para su devolución.

Auto secuestró: es aquel que ocurre cuando una determinada persona engaña sobre la supuesta ocurrencia de su secuestro, y pide cierta cantidad de dinero a sus parientes por su propio rescate.

El fenómeno del secuestro es la antesala para la comisión de otros delitos, como violaciones, asesinatos, el tráfico de menores, etc.
La lucha contra el secuestro empieza desde el intercambio de información que se establece entre las diferentes instancias policiales en relación con las estructuras, redes de comunicación y formas de actuar de los secuestradores. Las autoridades tienen la obligación de coordinarse para actuar contra este flagelo tan común en nuestras sociedades iberoamericanas; el objetivo siempre debe ser la disminución de la impunidad, del índice delictivo y el restablecimiento de la seguridad pública.
La legislación de todos los pases dicta penas muy elevadas por este tipo de delito, no solo por el hecho de la privación de la libertad, sino además porque en muchas ocasiones el secuestro termina con el asesinato de la víctima del rapto y en cualquier caso un secuestro trae con el graves secuelas psicológicas a las víctimas de estos aberrantes casos.
Uno de los trastornos psicológicos que puede derivarse de un secuestro es el llamado síndrome de Estocolmo; que es una reacción psíquica en la cual la víctima del secuestro desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador, donde en ocasiones los secuestrados acaban ayudando a sus captores a alcanzar sus fines o a evadir a la policía. Unas de las posibles causas de tal comportamiento son: que tanto la víctima como el autor del secuestro persiguen la meta de salir ilesos del incidente por lo cual cooperan, el hecho de que los rehenes traten de protegerse, por lo que tratan de cumplir los deseos de sus captores, los victimarios se presentan como benefactores ante los rehenes por lo cual puede nacer una relación emocional de las víctimas por agradecimiento con los autores del delito.
Retomando los lineamientos referenciados por el Derecho Internacional Humanitario, podemos concluir que los tratados internacionales sobre humanos imponen que cada estado tiene “la obligación de tomar medidas para proteger la vida, libertad, intimidad, reputación y demás derechos fundamentales de la población frente a la delincuencia común u organizada”;  y procurar por que los grupos armados en armas (si existen en su territorio) liberen cuanto antes, sin condiciones, sanas y salvas, a todas las personas secuestradas, de no cumplir su obligación el estado debe devolver la libertad a los secuestrados considerando y examinado todas las posibilidades existentes para asegurar los derechos humanos de las víctimas, en particular los derechos a la vida, a la integridad personal y a la libertad; además de lograr que sus ciudadanos se abstengan de la práctica inaceptable del secuestro.
Sin lugar a dudas el secuestro sea cual fuera el motivo que lo origina es un crimen repudiable, que aparte de afectar a la víctima arrebatándole la libertad, también afecta a toda su familia, trayendo con ello traumas psicosociales que a la larga afectan a toda la sociedad. 

Bibliografia.

http://www.terra.com.mx/especialesnoticias/articulo/136752/
http://es.wikipedia.org/wiki/Secuestro












Contextualizacion del Secuestro en Colombia


La guerrilla Colombiana optó por cobrar lo que denominaron ‘impuestos revolucionarios’ a las empresas grandes y medianas y a los hacendados durante el período de la guerra fría.
En los años setenta, Colombia solamente supo de una docena de secuestros, por mucho, uno por año. El motivo de los grupos guerrilleros para secuestrar era principalmente de tipo político, y sus objetivos usualmente eran los políticos y los burócratas.
Algunos secuestros eran de naturaleza extorsiva. El ELN empezó a recibir el pago de sumas considerables por la liberación de secuestrados alrededor de 198
La guerrilla colombiana se aprovechó de la afluencia de estos desempleados, expertos en la guerra y el crimen, para solucionar su falta estructural de ingresos. Los grupos rebeldes, uno tras otro, establecieron sus reservas ideológicas de forma separada y se involucraron en actividades delictivas, tales como la producción y el tráfico de drogas, la extorsión y el secuestro extorsivo.
A mediados de los años ochenta, la guerrilla colombiana empezó a secuestrar básicamente por motivos económicos. En su búsqueda de financiación para su guerra, los principios ideológicos y morales de su lucha perdieron importancia.

La gráfica a continuación indica claramente el incremento progresivo de la cantidad anual de secuestros en las últimas dos décadas. Esta gráfica se hizo con base a las cifras y estimaciones del abogado Eduardo Delgadillo Bravo para el período 1981-1989, y a las cifras de la Fundación País Libre para el período 1989-2000.
Esto significa que Colombia tiene realmente un promedio de ocho secuestros por día. En otras palabras, cada tres horas se secuestra una persona en Colombia.
Las consecuencias económicas del secuestro son marcas profundas en la sociedad civil colombiana. La suma de la extorsión depende de los ingresos y bienes de la víctima, sobre los cuales los secuestradores se encuentran muchas veces bien informados. La extorsión de un ciudadano colombiano oscila entre US $ 1.000 y 400.000.
"LAS PECAS MILAGROSAS"

El fenómeno de la pesca milagrosa surgió por varias razones. La razón más obvia es que las fuerzas militares y de la policía no tienen la capacidad logística para vigilar toda la infraestructura de transporte de un país con 1’140.000 kilómetros cuadrados. La mayor parte de las carreteras pasan por regiones inhóspitas, en donde no hay ningún tipo de autoridad militar o policía. La segunda razón para el surgimiento de este nuevo tipo de delito es que el mercado potencial del secuestro se redujo durante los años 90.
Durante el período entre 1994 y 1996, 966 menores fueron secuestrados, de los cuales 667 eran menores de doce años.
Durante los últimos años, el fenómeno se aumentó alarmantemente, de 31 casos en 1998 a cerca de 206 casos en 1999.
La mayoría de las fuentes indican claramente que la guerrilla colombiana es culpable del incremento del secuestro después de la década de los 80. Las FARC cometieron casi la tercera parte de los secuestros en 1999 (28%) y ELN fue el responsable del 24% de estos delitos. Los grupos guerrilleros EPL (6%), el ERP y el Jaime Bateman tienen una cuota menor en la industria del secuestro.
La cuota de la guerrilla en el número total de secuestros parece que se está elevando porque, de acuerdo con País Libre, el ELN y las FARC fueron los responsables del 70% de los secuestros que se llevaron a cabo durante el primer semestre del 2001.
Los delincuentes comunes ocupan el tercer lugar en las estadísticas, con una cuota del 10% en los casos de secuestro en Colombia en 1999.
Los grupos paramilitares, algunos provenientes de la organización de derecha Muerte a Secuestradores (MAS), también pueden responsabilizarse de cometer el mismo delito que antes solían combatir. El número de secuestros realizado por los paramilitares se incrementa cada año: fueron responsables de entre 4% y 5% de los secuestros en 1999 y, según cifras gubernamentales, realizaron 203 plagios extorsivos en el 2000.
EL SECUESTRO ALIMENTA LA MAQUINARIA DE LA GUERRA
El secuestro se convirtió en la tercera fuente de ingresos más importante del ELN y de las FARC en la década de los 90. El DAS estima que este fenómeno le produjo a la guerrilla aproximadamente US $ 1.5 mil de millones entre 1991 y 1999.
El ejército colombiano y el Departamento de Planificación Nacional estiman que los ingresos de la guerrilla por concepto de los rescates fueron US $ 1.2 mil de millones entre 1991 y 1998 (un año menos).

ESTADÍSTICAS DE SECUESTRO EN COLOMBIA


Bibliografia.



http://procedimientospolicialescolombia.blogspot.com/2011/08/estadisticas-de-secuestro-en-colombia_28.html
http://www.derechoshumanos.gov.co/Prensa/Comunicados/2009/documents/2009/Secuestro.pdf
http://www.ikvpaxchristi.nl/files/Documenten/LA%20Colombia/Spaans%20Colombia/La%20industria%20del%20secuestro.pdf



Análisis del trauma psicosocial del Secuestro


Los humanos somos seres históricos, por lo cual se puede pensar que cuando un individuo es retenido contra su voluntad, este hecho repercute indudablemente en el resto de la vida del plagiado y en la de su familia.

Es claro que algún impacto relevante en la vida de una persona se convierte en una trauma; en la psicología un trauma hace referencia a una vivencia que afecta de tal manera a la persona que le deja una marca desfavorable para su vida.
Cabe decir que cuando hablamos de trauma psicosocial que puede tener un ser humano, la herida (el trauma) fue originada social mente, es decir que sus raíces se encuentran en su sociedad, no en el individuo, y que como consecuencia la naturaleza del trauma se mantiene entre la relación del individuo y la sociedad; este aspecto se convierte en un tema importante a la hora de determinar que debe hacerse para superar estos traumas psicosociales.  
 Para Ignacio Martín Baro el secuestro deja en la persona secuestrada un trauma psicosocial, la gravedad de este trauma dependerá de la vivencia de cada individuo secuestrado; la vivencia está condicionada por el desarraigo social que tenga, por su participación en el conflicto, además de otras características de la personalidad del secuestrado y experiencia vivida por este.   La psicología social debe intervenir para aportar al cambio de algunas de las consecuencias negativas que viven las personas que han sido víctimas de secuestro.
La intervención de la psicología social sobre el trauma psicosocial descansa sobre dos pilares, el primero es sobre la noción del trauma psicosocial, dicha noción no está dirigida a personas individuales sino a las comunidades en la que éstas viven y, por lo tanto, el impacto de la intervención debe valorarse en el ámbito colectivo o social, y la segunda intervención debe estar dirigida hacia la necesidad que existe de recuperar la memoria histórica, donde se busca colocar la historia de las víctimas del conflicto en oposición al discurso que naturaliza la violencia que se vive en Iberoamérica, disminuyendo así el dolor de las victimas promoviendo el olvido de estos.
A pesar de las circunstancias de trauma psicosocial por el que pasan algunas perdonas, cabe decir que para algunas de estas (personas) los momentos difíciles le ha dado la oportunidad de desarrollar excepcionales virtudes humanas de altruismo y amor verdadero, ojala todos los que tenemos la suerte de no pasar por momentos difíciles como secuestros, desplazamientos, pobreza extrema, etc. Desarrollemos también virtudes como las anteriores acompañadas por valores tan importantes como la solidaridad, compasión, humildad que nos ayuden a construir una sociedad más justa con todos.  


En la actualidad, el secuestro afecta a casi uno de cada cuatro países en el mundo. Colombia ocupa el primer lugar en esta triste lista desde hace varios años. Incluso los secuestros masivos y los secuestros de niños se han convertido en parte de esta forma cínica de financiar una guerra.
La toma de individuos desarmados e indefensos como rehenes no solamente paraliza a la víctima sino que también afecta la integridad psicológica y económica de toda la familia. Además, crea un dilema moral imposible de manejar para los individuos, las compañías y los gobiernos involucrados cuando se les exige el pago de un rescate. Por un lado, parece que pagar el rescate es la única forma de salvar la vida de la víctima. Por el otro lado, este pago contribuye directamente a fomentar la guerra. Una barrera de silencio rodea este tema. En Colombia esto se puede explicar por el miedo abrumador de la gente.
Desde 1996, cerca de 1 millón de colombianos han abandonado el país, principalmente porque consideran que los insurgentes los tienen en la mira para extorsionarlos o secuestrarlos.
Un secuestro usualmente genera en los familiares de la víctima una necesidad predominante de proteger al ser querido. Esto implica que en tiempos de gran desesperación los fuertes sentimientos personales casi siempre priman sobre la noción de que el no pago por el rescate beneficia el interés común. Todo el mundo sabe que el número de secuestros disminuirá si las familias no pagaran el rescate.
El movimiento de no pago tiene un gran valor social en el sentido de que permite expresar la repugnancia indescriptible que producen las prácticas del secuestro. Este movimiento también elevó el nivel de conciencia con respecto a las posibilidades de la resistencia civil contra el secuestro, aunque los civiles a menudo se sienten impotentes en relación con su propia seguridad.
Sin embargo, el plagio masivo de la iglesia de la María demuestra claramente lo difícil que es mantener una posición dura contra los secuestradores cuando la cuestión se convierte en algo personal, incluso para aquellos que en principio se oponen al pago por el rescate.
Normalmente, esto significa que después de que la tragedia del secuestro ha terminado, las víctimas no solamente sufren las consecuencias prolongadas de los traumas, sino que también terminan encontrándose en medio de deudas cuantiosas. Para la mayoría de las víctimas colombianas, el pago de la extorsión significa la quiebra económica de su empresa (personal o familiar) o el endeudamiento con los bancos a largo plazo y a tasas de interés extremadamente elevadas. Después de haber sido secuestrado, un hombre de 76 años se lamentaba amargamente de que las víctimas del secuestro “le pagan una vez a la guerrilla y dos veces al banco”
Colombia tiene numerosas y diversas instituciones estatales responsables de la seguridad de los individuos y las organizaciones. Desafortunadamente, dichas instituciones son insuficientes para garantizar la seguridad de los ciudadanos colombianos o de las compañías establecidas en el país. Esta es una consecuencia de la ausencia de estructuras de seguridad del Estado en las zonas rurales y de la insuficiente dotación de las instituciones existentes para responder a la gravedad del problema de inseguridad. Además, la eficacia de estas instituciones está socavada por la corrupción
Considero que la falta de mecanismos efectivos para hacer cumplir las leyes representa un gran obstáculo para avanzar en el desarrollo de la responsabilidad internacional de los grupos armados de la oposición en Colombia. Lo que se podría hacer en el futuro es crear un procedimiento para demandas individuales por las violaciones al Derecho Internacional Humanitario cometidas por los grupos armados de la oposición, incluyendo a los grupos colombianos.

Bibliografia.

Martín Baró, I.  (2000) Guerra y Salud Mental. En: Martín Baró, I. & Colab. (2000) Psicología Social de la Guerra. El Salvador. UCA Editores. Págs. 24-40.

Gaborit (s.f.) Reconstruir el tejido social mediante la práctica de transformar el pasado: diseño de una intervención en violencia política. Documento de trabajo para la cátedra virtual Ignacio Martín Baró.