El Secuestro en Colombia

En este sitio encontraras una conceptualización teórica sobre lo que es el secuestro y lo que representa en el mundo.
Una descripción actual del secuestro en Colombia y un análisis sobre el trauma psicosocial que esto ha implicado para nuestra sociedad.

martes, 15 de noviembre de 2011

La importancia de la memoria histórica en el en el abordaje e intervención psicosocial de la problemática escogida ‘’secuestro’’


Decidimos empezar este análisis sobre la importancia de la recuperación de la memoria histórica del secuestro citando las siguientes palabras de una madre que lleva doce años con su hijo secuestrado en las selvas colombianas.
“El tiempo pasa y nadie dice nada, nadie hace nada”, reclama. “Quiero ver a mi hijo antes de morirme. Esta humilde mujer de 79 años ha sufrido tres infartos y hace apenas dos semanas otro pre infartó. 
Trinidad Orjuela, la madre del sargento viceprimero Robinsón Salcedo Guarín, secuestrado en 1998, cuando los rebeldes se tomaron la base de Miraflores, en Guaviare, en un feroz ataque que se prolongó por 20 horas y que dejó nueve muertos, 10 heridos y 22 militares desaparecidos.

Ella y muchas otras madres, hijos, esposas, hermanos y familiares esperan ansiosos el regreso de su ser amado. Sufriendo la impotencia de no poder hacer nada más, piden a Dios por la pronta liberación de todos aquellos que fueron arrebatados injustamente por la FARC, y con el mayor descaro juegan con la salud y la libertad de seres humanos llenos de sueños y anhelos. Irrumpiendo las leyes y los derechos humanos para seguir oprimiendo un pueblo. 
La madre del sargento viceprimero Robinson Salcedo representa el sufrimiento, la perdida personal y social que intenta integrar el imaginario social en cuanto a la reconstrucción de nuestra sociedad, ella ha tenido que narrar miles de veces su historia, sus sentimientos y emociones, es la única acción que empodera a las mayorías populares, a las víctimas y a sus familiares de exigir y decir justicias, que poco a poco ha ido formando un conjunto de actitudes prácticas, de conocimiento y afectivas. Que son la ruta de una reconciliación social real.
A las personas que han sido víctimas del secuestro de forma directa o indirecta, es necesario que se les reconstruya una memoria histórica donde el enfoque sea “la necesidad de entrar a esa memoria como un paso indispensable para poder obtener como mínimo un módico de salud mental y empezar a reestructurar su identidad personal y social. En esa historia personal y social se deben experimentar grandes pérdidas y, por consiguiente, la recuperación de la memoria histórica deber tener la intención de reparar el tejido social dañado por un acto brutal.
En Colombia todos queremos acabar con la guerra que nos ha oprimido durante tantos años, pero no podemos descuidar a las víctimas que deja la injusticia, pero lastimosamente son muy pocas las fundaciones u organizaciones que se toman el tiempo para realizar una reparación social con estas personas, ojala se mejores y construyan planes que generen más oportunidades de restauración social.

“La historia nos define, al igual que nosotros definimos la historia”

Sin lugar a dudas la memoria histórica se debe construir para la población que ha sido secuestrada,  con el fin de rescatar la identidad de estos (EXSECUESTRADOS)  y  preservar por ende  su historia.  La afirmación anterior la basamos desde el hecho de que se considera  que la salud mental de las sociedades donde se ha dado, aprobado y amparado la violencia, pasa por la recuperación de la memoria histórica. 
Las personas que han sido víctimas de secuestro  en nuestro país,  sufren el hecho de dejar el  contexto en el que viven diariamente,  hacia  un entorno de miedo e incertidumbre, de preocupación, maltratos y violencia, sumando además el hecho de no saber cómo están sus familiares por días, meses e incluso años.

No cabe la menor duda que las heridas que más duelen y tardan en sanar son las invisibles, ya que se suele considerar que son vivencias que se dejan de vivir y que por consiguiente se recuperan o se olvidan fácil,  siendo sin lugar a dudas todo lo contrario. El no poder expresar y buscar curar las heridas con la ayuda pertinente ocasiona que estas (heridas) puedan quedar al descubierto en cualquier determinado momento estas florezcan.
La memoria histórica se ha convertido en el espacio que nos permite recordar, para comprender lo que pasó y por consiguiente lograr transformar el dolor de las personas en acciones de poder. Dichas acciones, no solo se refieren a hacer memoria y realizar simples discusiones verbales que buscan la reconciliación de las diferentes versiones que existan,  por lo contrario abarca aparte de lo mencionado anteriormente, hechos que empoderen a las víctimas por medio de prácticas cognitivas y afectivas, que posibilitan una verdadera reconciliación social.
Si nos adentramos en la obra de Ignacio Martín Baro, podemos considerar que el concibe la recuperación de la memoria como la posibilidad de alcanzar  y vivir en verdad,  lo cual permite a su vez la construcción de una identidad tanto individual como colectiva, fuera de las mentiras que ha emitido la historia oficial,  intereses de quienes apuestan por el conflicto y de las mismas víctimas que buscan sobrevivir.
Los secuestrados deben realizar una memoria histórica (centrándose en acontecimientos personales  y colectivos históricos)  que implique reconstruir el pasado en el presente voluntariamente con un propósito psicológico y social.
Para Ignacio Martín baro, las acciones que se tomen deben partir de la realidad cotidiana de las personas, debido a que de esas realidades depende el tipo de acciones que se deben tomar; el contexto también se considera importante porqué sin lugar a dudas este influye en las interpretaciones que los sujetos le dan a la realidad.
Cuando los seres humanos hacemos memoria,  no solo se hace referencia a acontecimientos del pasado, sino que rescatamos en el presente la   importancia de estos hechos y por ende la relevancia que estos tienen en nuestra actualidad.
La psicología desde el ámbito social debe tomar la memoria histórica de los secuestrados, percibiendo la información y narrativas de experiencias que expresan las personas víctimas de plagios, e identificar los aspectos que demandan acciones, que conduzcan hacia la recuperación total de estas personas.

Los  secuestrados deben conservar su identidad,  tarea nada fácil si partimos del hecho de que las personas plagiadas pueden pasar meses y años encerrados y amenazados,  trayendo con eso problemas psicológicos graves; y aún más  cuando estos no alcanzan el reconocimiento por parte de los otros, incidiendo así en el concepto que estos (ex secuestrados) tienen de sí mismos.
Recuperar la memoria histórica y exponerla socialmente, en oposición a la historia oficial tiene el valor de dignificar la vida de las víctimas, validar sus experiencias e identificar caminos importantes de una reconciliación profunda que esté basada en la justicia y la verdad.

Precisamente en Colombia se creó una ley que tiene por objeto principal la preservación de la memoria histórica.  Estamos hablando de la ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz) el gobierno nacional de Colombia creo la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), la cual incluye dentro del derecho de reparación la preservación de la memoria histórica:
Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas.

La CNRR creó para este efecto el Grupo de Memoria Histórica, dirigido por el historiador Gonzalo Sánchez Gómez, el cual se enfoca en las víctimas del paramilitarismo en Colombia buscando identificar “las razones para el surgimiento y la evolución de los grupos armados ilegales”, lo cual incluye a las guerrillas, especialmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC y el Ejército de Liberación Nacional ELN; así como las distintas verdades y memorias de la violencia, con un enfoque diferenciado y una opción preferencial por las voces de las víctimas que han sido suprimidas o silenciadas, entre ellas obviamente a los secuestrados.
Hasta el momento, el grupo de memoria histórica de la CNRR ha presentado los siguientes informes:
Los secuestrados o ex secuestrados de nuestro país y de Iberoamérica entera tienen la necesidad de acceder a las  memoria  histórica  para lograr la salud mental necesaria y por  consiguiente definir su identidad personal  y colectiva. El padecimiento de actos violentos  para una persona trae consigo que las victimas  acepten mentiras,  identidades  impuestas y que además estas no  cuestionen la violencia, lo que sin lugar a dudas   ocasiona que todos nos veamos inmersos  en contextos  como el que vivimos actualmente en Colombia, contextos  confusos  y  llenos  de  sentimientos de odio y culpa. 
Bibliografia:

http://es.wikipedia.org/wiki/Memoria_hist%C3%B3rica

http://portales.puj.edu.co/martinbaro/html_m1_a_m5/modulo_4/unidad%201/material/Memorias%20Evento%202006%20Catedra%20Internacional%20IMB%20pag%2013%20-%2027.pdf

http://manuelcepeda.atarraya.org/


http://abcblogs.abc.es/colombia-y-sus-mujeres/2011/01/03/las-madres-quienes-aun-estan-secuestrados/







No hay comentarios:

Publicar un comentario